viernes, 14 de febrero de 2014

Cuento: "La Princesa de la Paz"

CUENTO PARA INFANTIL
LA PRINCESA DE LA PAZ
Hace muchos, muchos años en un lugar muy frío, donde siempre nieva existió un hermoso reino. Allí vivía una bella Princesa que hacía felices a todos sus súbditos, en su país siempre había Paz, nadie discutía, nunca peleaban, ni había conflictos. Pues la princesa velaba por la paz de su pueblo y si aparecía algún problema ella lo solucionaba de forma pacífica. En este bonito lugar no existían las armas, ni las espadas, ni pistolas ni tanques, nadie tenía que defenderse de nada pues todo era paz y armonía. Los habitantes del reino eran muy felices. Cada día la Princesa salía a pasear por su reino y visitaba a sus súbditos ayudándoles a vivir en paz. Antes de que el sol se pusiera, reunía en la plaza Mayor a todos los habitantes y comenzaba la Asamblea Real, era el momento más importante del día para todos, pues en ella, todos podían hablar, dialogaban sobre sus problemas, buscaban entre todos las soluciones y se respetaban unos a otros.
La Princesa era muy hermosa, su piel era blanca como la nieve que cubría su Reino, su bello rostro recordaba al de las muñecas de porcelana, tenía unos grandes ojos verdes de dulce mirada y una sonrisa serena. Era alta y vestía una túnica blanca hasta los pies y un gran manto blanco cubría sus hombros y caía elegantemente en el suelo nevado, haciendo difícil distinguir que era manto y que era nieve. La llamaban la Princesa de la Paz. Cuando nació la reina de las hadas le concedió el don de la paz, este don hacía realidad todos los buenos deseos que la princesa pedía.
Mientras, en el mundo había guerras, enemistades y violencias. Unos reinos se dividían, otros se rompían y la causante de estas desgracias era una malvada bruja, llamada la Violencia. La peor y la más maléfica de las brujas, todo lo que tocaba lo convertía en desastre, sus poderosos hechizos hacían que los reyes fueran a la guerra por una tontería, que los vecinos se pelearan unos con otros y se insultaran, que un padre y un hijo dejaran de hablarse o que dos hermanas se odiaran por creerse una mejor que la otra. Estas y otras muchas eran las malévolas acciones de la bruja Violencia.
Un día la bruja Violencia llegó al hermoso reino de la Princesa Paz y empezó a hacer de las suyas, intentaba hacer que los habitantes de aquel lugar discutieran, se pelearan y se hicieran enemigos, pero la Princesa Paz saliendo al encuentro de la bruja Violencia le envió sus mejores deseos de Paz y Amor, a la bruja casi le da un patatús, pues odiaba todo lo bueno y al ver aquellos deseos de la Princesa de amistad, de dulzura y de paz, la bruja Violencia reaccionó enfadándose mucho y lanzó sus encantamientos a los súbditos de Paz, haciendo que éstos empezaran a pelear y a volverse violentos, pero la Princesa hablándoles con dulzura consiguió que se tranquilizaran. Esto hizo que la bruja se cabreara aún más y que hechizara a todo el reino condenándolo a luchar entre sí. De nuevo la Princesa volvió a desear paz para sus súbditos y así éstos dejaron de pelear. Viendo la bruja el poder de la Princesa decidió condenarla a ella para siempre, lanzándola un hechizo, destinándola a vivir eternamente sembrando la Paz, diciéndole:
Desde hoy y hasta el día en que me venzas velarás por la Paz en el mundo entero y tu desgracia será ver como yo, la Violencia, soy más fuerte que tú y todos me prefieren antes que a ti, porque la gente pelea, discute, mata y odia, así que te reto a conseguir que en el mundo haya paz y eso que tu llamas amor. Pero tendrás que vencerme con tu propia arma, desde la paz y sólo podrás ser vista y escuchada por aquellos que son pacíficos y actúan sin violencia. El resto del mundo no podrá verte, pues a sus ojos sólo serás una hermosa paloma blanca”.
De este modo y hasta ahora la bella Princesa Paz se convirtió en una blanca paloma que comenzó a volar por el cielo para viajar por todos los lugares intentando ser vista y escuchada por hombres, mujeres, niños y niñas que viven en paz. Y poder conseguir así que en el mundo haya Paz para poder vencer para siempre a Violencia, la malvada bruja.
Cuentan por ahí que algunos niños la han visto y que es una hermosa sensación estar con ella. Dicen también que aquellos que la han visto nunca más se han peleado y que son felices. ¿Os gustaría conocerla y verla?
Pues para que esto ocurra tenemos que ser buenos, y tener actitudes pacíficas, portarnos bien, querernos, respetarnos, pensar en cosas buenas y desear la paz para el mundo, para el colegio, para la familia y para uno mismo.
Si hoy nos portamos bien, a lo mejor mañana cuando volvamos al cole ha pasado por aquí y nos ha dejado un mensaje….

Mensajes: para dejar cada día un mensaje echamos un poquito de sal, o de harina o de arena… en el suelo y hacemos la marca de las huellas de la paloma que ha pasado a la clase y nos ha dejado un mensaje. Los mensajes son:
  1. ¡Hola niños! ¿Cómo estáis? Me alegro mucho de que estéis aquí para ayudarme. Pronto vendré a veros. ¡Seguid así! Animo. Muchas gracias.
  2. Soy la Princesa de la Paz y veo todo lo que hacéis, si queréis que esté contenta, jugar sin pelear y no pegar. Un día quizás os visite.
  3. Soy Paz, la Princesa y estoy triste porque los niños se pegan y las niñas gritan y dicen palabrotas. Me da tanta pena que esto ocurra que lloro cada noche escondida entre las nubes. Me gustaría que los niños me ayudaran a vencer a la bruja violencia. ¿Queréis ayudarme?
  4. Soy la Princesa Paz y estoy muy contenta porque veo que me estáis ayudando y os portáis mejor por eso os dejo un recuerdo mío para que os acordéis de que no hay que pelear, ni pegar, ni gritar e insultar. Por favor, ayudadme a sembrar la paz y el amor.
  5. Mañana vendré a visitaros si os portáis bien, pero seguid siendo buenos y buenas porque así estamos ganándole a la bruja Violencia.



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